domingo, 2 de diciembre de 2007

El tenor y el esclavo

CRÍTICA EL PAIS:
ÓPERA -El tenor y el esclavo
JAVIER PÉREZ SENZ 21/11/2007 (adaptación de M. Sitjar)

...No fue, sin embargo, una Aida normal, porque ni el mismo Verdi hubiera podido imaginar que en la escena más espectacular de su genial ópera, en plena marcha triunfal, centenares de espectadores, muchos de ellos provistos de binoculares, buscaban a un esclavo: Juanjo Mas, que debutaba en el Liceo en el papel de esclavo frenador del carro con el botín.
El escenario repleto de cantantes, bailarines y figurantes, y todo el mundo buscando a Juanjo. Menudo morbo. El carro pasó veloz, y no todos los acérrimos seguidores del esclavo fueron suficientemente rápidos para distinguirlo.
En un momento de tensión, se dudaba de la concentración del esclavo y de su capacidad de frenar a tiempo. Temor en el liceo por la integridad del arpa y del segundo violín. Pero Más bordó el papel encomendado y la escena salió perfecta. El momento culminante de Aida.
Finalmente, y gracias a su posición estratégica en primera linea de soldados detrás del coro, todos pudimos admirar la sonrisa del esclavo JuanJo+ durante un buen rato.
Retirada de escena correcta, tal vez algo retrasada con respecto al pelotón, pero que permitió, sin duda, admirar una vez más, el elegante porte, el “savoir faire” , el glamour, y las sandalias de este esclavo irrepetible. Amneris .... pocas veces princesa de Egipto, ha tenido el honor de ser servida por tan gran señor.

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